Lo lograron, el equipo de "La Bahía" sigue haciendo historia. La pasada madrugada ganaban a los Cleveland Cavaliers el cuarto partido, cerrando así una paliza por 4-0 y coronándose como campeones por tercera vez en cuatro años. Histórico.
Atrás quedan las dudas generadas en la final de 2016 donde, tras estar 3-1 arriba, acabaron perdiendo la final por 3-4. De hecho ahí llegó el punto de inflexión. El dolor de la derrota causó en Stephen Curry y Dray Green la necesidad de llamar a Kevin Durant, que en ese momento era agente libre, para ofrecerle unirse al equipo. KD no lo dudó e hizo las maletas rumbo a San Francisco, dispuesto a que su nombre recibiera el prestigió y los trofeos que le pertenecían por nivel de juego.
Fue en ese momento, en 2016, con esa final perdida, donde se fraguó definitivamente le equipo de leyenda.
Pero eso no significa que lo más importante y espectacular de esta ERA fue los dos años en los que KD no estuvo en los Warriors. Un Stephen Curry imparable logró romper todas las estadísticas y récords ganando esa final de 2015, siendo MVP de temporada regular y posicionándose como el mejor base de historia. Y un año después, a pesar de perder la final, lograr el récord de más partidos ganados en la historia de la NBA: 73-9 en temporada regular.
Seamos serios, aunque aún no haya logrado un MVP de la finales, no solo es la era de los Warriors... sino también la ERA de Stephen Curry, el que ya es el mejor base de la historia y que ya suma 3 anillos y 2 MVPs de temporada regular.
Disfrutemos del baloncesto de este equipo. Dentro de unos años nos daremos cuenta que vivimos a un equipo de leyenda, y que tuvimos mucha suerte de poderles ver jugar.
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