Por el camino, una fase de grupos sufrida pero trabajada, unas semifinales contra Roger Federer para la polémica (donde acabó siendo abucheado por su poco fair play) y una final muy bien jugada contra el actual número 1 del mundo, Novak Djokovic.
Sin duda una proeza al alcance de muy pocos. El alemán se ha convertido en uno de los jugadores más jóvenes en lograr este torneo. Suma así este título a los 3 masters 1000 obtenidos anteriormente, siendo estos cuatros los títulos más importantes obtenidos hasta la fecha.Pero ¿Realmente es Alexander Zverev un grande? En mi opinión aún le quedan muchas tablas que ganar y mucha humildad que conseguir. Este año hemos podido observar diferentes actitudes lamentables por su parte contra oponentes, contra árbitros y contra recoge-pelotas. Un jugador que aspira a dominar el circuito, mínimamente debe de tener respeto y provocar admiración. En cambio el alemán peca constantemente de inmadurez.
La gran pregunta es... ¿hubiera conseguido Zverev ganar este título sino hubiera tenido aquel feo gesto con Roger? Recordemos que el suizo se pudo poner 5-3 en el tie-break del 2o set y haber forzado el tercero. Ya nunca lo sabremos.
Sea como sea, Zverev sigue reuniendo torneos en su palmares y va demostrando poco a poco que es uno de los grandes rivales a batir. Solo queda esperar que con el paso de los meses y los años se convierta en ese gran campeón que todo el mundo espera.
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