Yo soy muy de Leo Messi. De sus regates, de sus quiebres, de sus caños, de sus goles y ante todo de su juego solo digno de él mismo. Pero por desgracia no consigue aún sobresalir con Argentina. Y aunque hay que reconocer que Chile ayer jugó una final de Copa América muy seria sabiendo frenar a sus rivales, los jugadores argentinos no hicieron su juego expectacular lucido en semis y lo acabaron pagando muy caro.
Muy atrás quedan ya aquellos años en los que Argentina ganaba todo a nivel de selección. De hecho, van ya 22 años desde que consiguieron ganar su último título. Desde luego el problema no es de jugadores. Si por algo destacan los blaquiazules es por su gran cantidad de jugadores de primer nivel que tienen en su equipo, jugadores que por otro lado no rinden a un nivel aceptable una vez que llegan a las grandes citas con la selección.
A Leo Messi, el indiscutible mejor jugador del momento y claro candidato a mejor jugador de toda la historia del fútbol, se le han atragantado las finales con su selección. Hace dos años fue Gotze quien le privó en la prórroga de ganar su ansiado mundial, y ayer no solo fue la mala fortuna, sino también de nuevo un penalti alas nubes de Higuaín mezclado con el nerviosismo de todos sus compañeros.
Esta claro que no es momento de señalar a nadie como culpable. Pero lo que sí que está más que claro es que los días van pasando y la edad de Messi va en aumento y junto a ella van disminuyendo sus oportunidades de lograr grandes éxitos con Argentina. Ya veremos si de nuevo vuelve a tener en Rusia en 2018 posibilidades de ganar un mundial. Aunque lo que está claro es que le deseo la mayor de las suerte a mi querida España.
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